“El malo de la película”, siempre es identificado cuando se aproxima el final. El papel del “villano” lo interpretan los mejores actores. Ciertamente, se necesita talento para fingir estar alegre, esconder la verdad y ver sufrir a otros sin sentir pena. Imagínate, son pocos los que logran percatarse de lo que trama el sinvergüenza, antes de los hechos. ¡Así es en la vida real! Las personas que les hacen daño a otras, cargan un corazón funesto y purulento. Ellos solo provocan desgracias y se van consumiendo así mismos. Y aunque con su estilo de vida aparentan tener felicidad, son infelices. La vida les cobra todo el mal que han hecho, cuando tropiezan con su propia trampa y quedan expuestos frente a sus víctimas. Son malos consigo mismos, porque su comportamiento no les permite recibir amor, tampoco ningún tipo de ayuda. Para éstos, las puertas del éxito están cerradas. Solo el dinero y cualquier acción que se considere una violación de ley, las puede abrir. De la “gente mala”, solo se aprende lo triste que es su final, como consecuencias de todo el detrimento pulverizado. Lamentablemente son parte de nuestro entorno y lidiamos diariamente con la mala conducta de este tipo de personas. En la actualidad, utilizan una falsa identidad a través de las redes sociales, para desahogar toda su frustración y coraje, manchando tú imagen o la de tú empresa. A éstos "malvados", el mundo los identifica como "Hater". Éstos “malvados” siempre encontrarán una razón para perseguir a las personas emprendedoras, inteligentes y que brillan con luz propia. Precisamente, es esa luz la que les impide alcanzarte y los mantiene ocupados tratando de competir contigo. Su única intención es detenerte. Aquellos que se comportan como perdedores, jamás serán el blanco de las miradas de los "malvados". Hace unos años, conocí una persona que semanalmente tenía una situación diferente que resolver. Estaba cargado de problemas, que el mismo atraía como “el imán atrae al hierro”, por su falta de respeto, responsabilidad y organización. Éste conocía de mis proyectos, lo inmerso que estaba y el tiempo que le dedicaba para terminarlos. Cuando comenzó a ocuparme con sus conflictos personales, visitaba mi hogar solicitando mi ayuda y realizaba llamadas telefónicas para tener conversaciones sin importancia. Siempre lo apoye, pero continuó tomando malas decisiones. Una noche recibí un mensaje por "WhatsApp" donde me preguntó lo siguiente: ¿Cómo vas con tus proyectos? acompañado con un “emoji” de una "Carita Alegre". Créeme, detuve mis proyectos para ayudar a este conocido y me hizo perder el tiempo. En ese momento, entendí que había sido manipulado con premeditación y alevosía. Decidí sacarlo de mi camino y continuar. Hoy puedo confirmar que fue la mejor decisión. Alcanza todas las metas que te propongas y celebra el éxito. Nunca olvides que Dios es tu cuidador. ¡Vencerás! PIROJM.COM © - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
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AutorEl autor es Coach Empresarial y de Vida. Estudió Justicia Criminal y es el autor de los libros Jamás Vencido por la Vida y ¿De Quién son éstos Zapatos? BOOKSTOREComunidadArchivos
Agosto 2024
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