Diariamente nos relacionamos con personas que representan diferentes estilos de conducta. Unos muestran comportamientos llenos de energía pero que a la vez nos transmiten mucha paz. Sin embargo, existen otros que proyectan conductas erráticas y variables, probablemente por que han vivido eventos nefastos que maltrataron sus vidas negativamente. A veces esas experiencias dramáticas que vivieron los transforman en individuos sin emociones, agresivos, prepotentes y hasta arrogantes. Se sumergen en un pasado cargado de inseguridades y presos en una terrible depresión, dejando pasar el tren que se dirige a la estación, lleno de posibilidades y oportunidades. Debe ser frustrante la muerte de un ser querido, las burlas y provocaciones, una separación, un divorcio o la pérdida de un empleo. Para poder manejar todas esas circunstancias, es importante enfrentar ese gigante que le llaman pasado, perdonar lo irreversible, tomar control absoluto de todas las facetas y episodios que son parte de nuestra vida. Es Tiempo de establecer un balance de nuestra inteligencia emocional. Convertir los eventos de tristezas en alegría y los de dolor y soledad en determinación, entereza y seguridad en sí mismo. Es entonces cuando comenzamos una verdadera transformación de los pensamientos, visión y sueños. Esa transformación debe estar acompañada de optimismo, entusiasmo, positivismo, y de tu mayor y mejor deseo de renovarte. Esos pensamientos siempre deberán estar dirigidos hacia tu libertad, restauración y felicidad. Somos lo que pensamos. Reflejarás pura alegría donde quiera que estés, simplemente porque tienes el control de todo lo que imaginas y de todo lo que piensas. Debemos entender que cuando se tienen pensamientos contrarios a la intención y al deseo de nuestro interior, no puede fluir nada de manera positiva. Hay varios dardos muy dañinos en este proceso como la inseguridad, el miedo y el temor, ya que te conducirán por el camino del fracaso, si le permites participación al encarar los difíciles acontecimientos que nos trastocan la existencia. Tenemos que meditar en lo que queremos y permitirle al Universo que cumpla nuestros deseos. Hay un pensamiento que dice “La fe mueve montañas”. El mismo es muy cierto. Debemos agradecerle al Creador por cada minuto de vida que nos obsequia, por la familia que tenemos, la naturaleza, los bienes, por los buenos, genuinos y leales amigos que nos regala; y por ese talento único que nos ofrendó para generar ingresos, suplir nuestras necesidades y ayudar al prójimo. El principio para activar la abundancia, comienza a manifestarse cuando dedicas tiempo para reflexionar, meditar e identificar el propósito de tu existencia en el Universo. Si aún no conoces que tienes para ofrecerle al mundo, te invito a que revalúes e identifiques tu propósito en la vida. Así se desatará tu prosperidad. Todo lo que nos provoque emociones de felicidad deberá convertirse en una costumbre, en parte de tu diario vivir. Es momento de quitarse esa capucha de la arrogancia, maldad, traición, hipocresía e infelicidad. De aceptar a los individuos tal y como son. Si eliminas de tu ser todos esos niveles de envidia, engaño, desprecio, odio y rencor, evitarás enfermedades físicas, mentales y ya no formaras parte del grupo de los que fracasan por obstáculos que ellos mismos crearon. Dejar la mediocridad y continuar cabalgando con la esperanza de llegar al lugar que jamás pensaron, sólo se obtiene con un buen ánimo y buena disposición. Reconoce las virtudes de los demás y valora su función dentro de tu vida. Luchar contra la corriente sólo provoca incomodidad, incita violencia, desavenencias, disgustos y tristezas a quienes afectamos con nuestro proceder. El ego y la ambición de poder o de lo que no nos pertenece es lo que nos guía a la carencia, a perder las energías y ponernos de frente a los muros de la soledad. Recibiremos felicidad, paz, amor comprensión y prosperidad, si cumplimos con las Leyes Divinas y nos mantenemos en continuo agradecimiento por lo que somos, lo que tenemos y esperamos realizar y obtener en el futuro. Únicamente brinda desmedidamente lo que deseas recibir y serás bendecido por el Creador. Cuando todas las emociones de tu interior convulsen, no olvides reconocer ese proceso, cree en tí, la fe te sostendrá y el amor te motivará. El filósofo Hugh Walpole dijo “No es la vida lo que importa, sino el impulso que uno le da”. ¿Tienes impulso en la vida? ¡No te detengas! PIROJM.COM © - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
1 Comentario
|
AutorEl autor es Coach Empresarial y de Vida. Estudió Justicia Criminal y es el autor de los libros Jamás Vencido por la Vida y ¿De Quién son éstos Zapatos? BOOKSTOREComunidadArchivos
Agosto 2024
Últimas Entradas |