UNA MEJOR PERSONA EN CADA AMANECER

Dicen que el tiempo es el mejor maestro de nuestras vidas, por lo que cada día tenemos algo nuevo que aprender o cambiar. Las personas somos diferentes, pensamos y actuamos de diversas formas y maneras. Cada cual tiene experiencias y cicatrices de su pasado, no importa cuán abrumador haya sido tu problema; ni las marcas y huellas que te han ocasionado aquellos que te han lastimado. No te detengas ni un minuto más convirtiéndote en prisionero de tu tiempo ni de tu vida sin considerar cambiar. Te reto a intentarlo sin pensarlo.

 Debemos evaluar y mirar todo el cúmulo de experiencias vividas como un trampolín para motivarnos a cumplir a cabalidad el rol que nos ha tocado representar en la vida. No debemos resistirnos a cambiar, progresar y descubrir que podemos ser una mejor persona cada día con cada amanecer. No permitamos que los sentimientos y sensaciones variadas de tensión, por falta de equilibrio y estabilidad emocional o profesional; basados a veces, por estados de inferioridad e inseguridad, nos priven de ser feliz y desarrollar nuestra espiritualidad.

Admiro a aquellos que cumplen con sus responsabilidades cotidianas, profesionales y familiares con gran satisfacción al finalizar cada día. Estos aún en medio de impactantes sucesos mundiales, continúan con sus obligaciones y afanes diarios con la fé de que a sus seres queridos nada les pasará. Aquí resalta y toma importancia la formación espiritual, los valores y la fé individual. Todo lo que poseemos en nuestro interior será un reflejo de cómo actuemos y de lo que somos, sin importar sufrimientos, rechazos y desilusiones que a veces nos llevan a desconfiar y dudar de los demás.

No importa que vivamos en un mundo cargado de injusticias, de envidia, engaño y falsedad, solo el perseverar sin detenernos nos hará vencedores. He aprendido que ayudando a otros, sentimos gran satisfacción y a la vez tenemos la oportunidad de conocer y relacionarnos con otras personas que nos pueden extender desinteresadamente su ayuda para alcanzar nuestras metas y objetivos. Por otra parte, podemos ver víctimas de la maldad de cualquier individuo mal intencionado. Es importante reconocer y tener claro que no todos los que se nos acercan han sido enviados por Dios para ayudarnos. Algunos vienen sin escrúpulos y sin sensibilidad, para manipularte a su manera y a su conveniencia. No permitas que el enemigo te desensibilice, desestabilice y afecte tu conducta, costumbres y actitudes. Debemos tratar de ser personas de gran valía, libres de prejuicios e inseguridades, ya que estos se convierten en un ente de críticas y acciones hacia los demás, poniendo de relieve la ineptitud, valores morales y éticos; logrando que otros se sientan amenazados en las esferas que se desempeñan. Se desarrolla a su vez un conflicto entre sus intereses, necesidades y deseos personales.  

Existen dos palabras que obtienen gran relevancia para motivar a los cambios que deseas en tu vida. Estas son: procurar y apresurar tu cambio. Todo esto para que tu transformación sea realidad. Tu familia, tu hogar y todo entorno serán cambiados y renovado si te propones ser una mejor persona cada mañana al despertar.          
 

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