¿Eres tú… papá?

La vida de los hombres cobra protagonismo y mayor sentido cuando ve realizado su ilusión de ser padre. Es en este momento cuando su calendario y agenda es trastocada por ajustes y cambios para ejecutar su nuevo reto de ser papá. Son los padres los responsables de su desarrollo y formación como adultos de nuevas generaciones; de que alcancen su mayor potencial y que puedan definir su destino. Los hombres que han aceptado el desafío en la vida de ser “padres”, progenitores, papá ó como quiera que se les identifiquen; poseen la importante encomienda de determinar, definir la personalidad y carácter de sus hijos. 

Es responsable de enseñar con su ejemplo, libre de agresividad, violencia, discrimen e injusticias. Comunica e imparte disciplina sin dejar huellas, marcas ni señas emocionales o físicas por el trato o palabras que emplea para reprender y ejercer su autoridad. Impulsa, el jefe del hogar, la espiritualidad y el amor sobre todas las cosas hacia el Creador; propulsa comportamientos de conducta segura, confianza, respeto, el hábito de excelentes principios morales, sociales y fundamentos de civismo, urbanidad y sensibilidad en su incursión por la vida. Fomenta el amor al prójimo y le dedica tiempo de calidad para sus hijos. Jamás quebranta, rompe ni deshace su unión paternal con ellos. Ésto le ocasiona lesiones y daños irreparables en su crecimiento, provocándole alteraciones adversas en su conducta, en su porvenir.     ​

La principal herencia que regalan a sus vástagos es la virtud de ser íntegros, honrados y honestos. Los padres ambicionan que éstos sean estables, juiciosos y equilibrados para que se incorporen con éxito en todo lo que elijan emprender en la vida. No establecen preferencia para ninguno de sus hijos, ahí está el secreto de niños seguros sin miedos, temores e inseguridades. Afortunadamente los padres son los principales mentores e inspiración de su descendencia; sea varón o hembra, le transfieren a éstos estimación, ciertas cualidades y características que contribuyen en su dinámica de aprendizaje. 

Transmiten a sus herederos estilos positivos y seguros, razonamiento y actitudes que establecen su proceder y forma de vida en el mañana. Es el reflejo de sus hijos. Propicia el dialogo efectivo y recíproco, negocia, establece puentes efectivos de buen trato y consideración. Enseña con su modelaje, los respalda y favorece con su apoyo para que encaren sus diferencias, disgustos y aflicciones. Les permite descargar y manejar con control sus emociones. Sabe perdonarlos, escucharlos con tolerancia y paciencia sin censurarlos ni amonestarlos. Ofrece alternativas y soluciones. Les manifiesta su amor y bondad incondicional haciéndose presente en todas las etapas de su existencia. Se mantiene atento y vigilante a señales, signos o características y emociones, fuera de lo normal, que le limiten e impidan ser equilibrados en todos los aspectos de su realidad humana, de su existencia. Papá es valeroso, comprensivo, valiente, emprendedor, responsable, respetuoso; brinda seguridad y reconoce todo intento de sus niños. Festeja, celebra y recompensa el éxito de aquellos que le confieren el titulo de padres. ​

Eres tú, papá, sensible, receptivo y el autor de sus lindas y maravillosas lecciones de vida en las que éstos son la estrella principal? Nos corresponde ejercer el nivel de compromiso para persuadirlos y capacitarlos para conquistar sus sueños y derrotar los obstáculos. Somos sus héroes, sus gigantes, sus modelos y protectores. ¿Ocupas tú, papá, un sitial prestigioso y significativo en la formación y existencia de tus niños, ubicándote éstos en un pedestal? Ayudémoslos a conservar las esperanzas que han cristalizado en nosotros nuestros hijos. “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”. Así lo establece la palabra de Dios. 

¿Este eres tú papá? ¡Claro que sí! Recordemos que los individuos no olvidan la película que protagonizaron en la niñez. Para todos los padres, muchas felicidades, sabiduría y éxito en tan emocionante faena.     

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