Las tendencias modernas suelen variar a tono con los tiempos acelerados que enfrentamos. Sin embargo, no existe sensación que altere o que pueda comparar con el amor de una madre. Al intentar describir lo que simboliza e implica el término “madre”, surge en nuestra mente diversidad de emociones, recuerdos y sentimientos encontrados. Inmediatamente activamos la memoria y creamos un inventario de los gratos instantes, de los sucesos adversos, angustiosos, y de los triunfos alcanzados de la mano de mamá, de mami, de mamita o de aquellos entes especiales y únicos que asumieron la figura de una madre en nuestras vidas; éstos los asemejamos con ángeles guardianes. Sin duda alguna, existe variedad de criterios al reseñar y adjudicarle reconocimiento a la grandiosa, insuperable y majestuosa Reina de nuestros corazones. En lo que todos coinciden es en su gallardía y astucia para gobernar y administrar la empresa más antigua e importante del Cosmo, ésta es la familia. La madre es admirada por su deslumbrante tenacidad y visión para el futuro de sus hijos. Se le reconoce como la piedra angular de sus descendientes. Su función primordial es proteger y defender sus retoños, a tal grado que negocian y le suplican tiempo a Dios para concluir su gran faena como madre protectora. La Magna Soberana, a la que afectuosamente le decimos “mi vieja”, es el engranaje que mueve, cambia, quebranta barreras y transforma una familia, un hijo, un hogar, un sentimiento o un corazón abatido. Cuando de su prole se trata, marca su territorio y establece la diferencia y distinción; es su fanática indiscutiblemente. Esta altruista sufre, llora en momentos caóticos, pelea y padece aflicciones de sus herederos, dirige travesías, dá sentido, esperanza y significado a los sueños de sus hijos. Con temple firme, paso seguro y camino trazado, enseña a sus sucesores a crecer como individuos de bien y de respeto. Los encamina hacia su desarrollo e integración a la sociedad, equipados de principios y valores éticos y cristianos. Esta valiosa y esplendida mujer tiene la encomiable hazaña de redefinir autoestima y emociones de los miembros de su imperio, para que permanezcan unidos y disfruten a plenitud como familia. Sabe reinventarse, aún sin ser adiestrada, cuando su núcleo familiar padece ciclos que consiguen convulsionarlos. La madre, más que sorprendente, llena de fortalezas, nos colma de regocijo especial. No existen desafíos que pongan a prueba el amor por sus hijos. Su amor inagotable no tiene límites. Tiene garantía vitalicia, no tiene fecha de expiración. No hay semáforo que la detenga cuando de su cría se trate. En ella tenemos una fiel confidente, una amiga, una enfermera, una maestra, una abogada, una jueza y en ocasiones nuestro fiscal. La Reina Madre conserva y atesora el baúl de los recuerdos y memorias agradables de su familia. Aunque parezca imposible, ella conmemora y festeja nacimientos, bautismos, cumpleaños, graduaciones, premiaciones, aniversarios, quinceañeros, compromisos, bodas, logros deportivos, triunfos y reconocimientos de sus adorados niños. Planifica vacaciones, visitas médicas, propicia reuniones, encuentros y compartir de los miembros del hogar. Nada supera su amor maternal. Ante la rudeza, sobresalto y bullicio de un mundo impetuoso y estrepitoso, se posiciona frente al cañón y no retrocede para proteger a sus hijos. Día a día, las madres se reafirman para hacer realidad sus ilusiones y cristalizar las aspiraciones que ambicionan para sus retoños; nos transmite energía para seguir adelante. Su amor extraordinario nos enorgullece, nos engrandece y nos colma de confianza y gratitud. Madre eres asombrosa más que prodigiosa. Sin ti, somos un barco a la deriva. Muchos desearían retroceder el tiempo para tener ese último compartir con ese ser valioso y poderle decir te amo, gracias, te extraño, me haces falta o un doloroso perdóname. Te invito a reflexionar en el valor de la figura materna. Hoy orgullosamente y sin reservas toco las campanas anunciando mis elogios y cumplidos para todas las madres. ¡Felicidades! PIROJM.COM © - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
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AutorEl autor es Coach Empresarial y de Vida. Estudió Justicia Criminal y es el autor de los libros Jamás Vencido por la Vida y ¿De Quién son éstos Zapatos? BOOKSTOREComunidadArchivos
Agosto 2024
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